En esta vivienda situada en Udías, la cocina se ha concebido como el corazón de la casa, abierta al salón y bañada por la luz natural que penetra a través de sus amplios ventanales de madera. La distribución en forma de U, complementada con una isla auxiliar de trabajo, favorece la ergonomía y el aprovechamiento del espacio, creando un entorno cálido, funcional y muy familiar. El diseño, de estilo country reinterpretado en clave contemporánea, combina proporciones equilibradas, materiales naturales y una paleta cromática serena que refuerza la conexión visual con el entorno.
El mobiliario de INKO presenta frentes modelo Trieste en acabado Castor seda lacado, con tiradores tipo asa que aportan un aire clásico y refinado. La composición comienza con el bloque de columnas, donde se integran el frigorífico tipo francés, un módulo despensa, el horno, el microondas y una vinoteca, acompañados por una zona de estantes abiertos lacados a juego que conecta con el área de trabajo. En la zona de aguas, situada frente al ventanal, destaca el fregadero cerámico tipo Belfast y el grifo en acabado dorado, una combinación que aporta carácter y luminosidad. La zona de cocción mantiene la pureza visual gracias a la ausencia de muebles altos, con una campana integrada en un bloque revestido en el mismo acabado y baldas de madera maciza a ambos lados.
La isla central se convierte en el núcleo cotidiano de la estancia, con espacio para taburetes en ambas caras y una vitrina iluminada con interior en madera en el extremo orientado al salón, detalle que añade profundidad y calidez al conjunto. La encimera y la trasera, ambas en DEKTON acabado Rem, aportan textura marmoleada y una continuidad visual impecable con el resto del ambiente. Una cocina pensada para disfrutar, donde la naturalidad, la luz y la precisión en cada detalle reflejan la esencia de ROBEYAN: diseño atemporal, funcionalidad y confort en perfecta armonía.
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